¡Hola, hola! Volvemos con el blog del cole porque se nos quedó sin contar lo más importante de la semana. ¿Recordáis que encontramos un papiro dentro del sarcófago con un mensaje de la momia? Nosotros no sabíamos descifrarlo pero conocíamos a alguien que sí: ¡EL EGIPTÓLOGO FELICIANO! Pues como si por arte de magia hubiese oído nuestras súplicas, apareció. Bueno, se hizo un poquito de rogar...
Alguien llamó a la puerta y nos dejó el alma en vilo, pero fue una falsa alarma. Cuando estábamos más a nuestra bola, volvieron a golpear la puerta. Nosotros pensamos enseguida en la momia, pero era alguien que la conoce muy bien. Era por fin el Egiptólogo Feliciano.
Llegó mucho más centrado y contento que la primera vez, con un corazón más grande aumentado por la satisfacción de saber que habíamos cumplido los objetivos con el proyecto de Egipto: habíamos aprendido y habíamos disfrutado.
El Egiptólogo vino con algunas sorpresillas. En un cofre misterioso guardaba multitud de tesoros que se había encontrado en sus expediciones por tierras de momias y faraones. Dentro del cofre, camufladas entre la arena del desierto, había piedras preciosas esperando ser encontradas por nosotros. ¡Qué maravilla!
¿Y del mensaje con jeroglíficos qué? Pues que nos lo descifró y al final llegamos a la conclusión que la momia deseaba volver al museo del que se escapó, y que quedaban ella y el egiptólogo en la rotonda de La Vendimiadora, junto al parque de Miguel Esteban. Feliciano cogió sus cosas y el sarcófago, y marchó al encuentro de la traviesa momia.
Feliciano se marchó, no sin antes obsequiarnos con unas riquísimas galletas con forma de faraón, traídas desde el mismísimo Egipto. ¡MMMMMMM! ¡Muchas gracias!
¡Qué emoción con la visita recibida! Pues nos ha entrado hambre. Lástima que no podamos hincarle el diente ya a las galletas. El profe dice que para casa.
Vamos de experiencia en experiencia. El profe nos había prometido una actividad muy chula después del recreo. Y así fue. Nos repartió papel celofán de color verde. Poniéndolo en nuestros ojos el mundo alrededor se volvía verde.
Pero no sólo lo que pudiésemos ver con nuestros ojos se transformaba de color verde. También la luz de las linternas.
Con la clase a oscuras y luces verdes nos pusimos de nuevo a buscar pistas que hubiese dejado la momia. ¡Nos encanta!
Y ese día nos marchamos a casa convertidos en faraonas y faraones. ¡Y tan contentos!
Acabamos la semana desayunando como cada día; pero la gran diferencia es que el desayuno fue en el cole. Y había una condición: que el desayuno fuese saludable, o al menos intentarlo. Zumos de naranja, tomate rayado, tostadas, leche, fruta, cereales... Había de todo en nuestros desayunos.
Y la actividad de grupo que tocó esa mañana fue la de volver a hacer magia con las manos y pintura de colores. En nuestros desayunos hubo muchos zumos de naranja exprimida de color NARANJA. Ese fue el color protagonista para hacer la magia. ¿Con qué colores podemos obtener el color naranja? ¡Mezclando rojo y amarillo! ¡Sííííí!
Nos faltaban dos faraonas más. Las reinas Neferjandra y Fiatra.
En el chat del blog debíamos decir qué animalito no para de canturrear a todas horas en clase, y no conseguimos encontrarlo. Se trata de un pequeño grillo, y MARCO nos lo contó en el chat. ¡Gracias!
El reto de este fin de semana será pensar dos palabras; una que comience por la A, y otra que comience por la E. No vale repetir las palabras de las fichas de repaso que hicimos esta semana. Debemos pensarlas en familia y que nos ayuden a escribirlas. Nosotros, después, las podemos copiar. A ver cuántas palabras pensamos entre todos.
Y en el chat del blog debemos decir al resto cuál es nuestro desayuno favorito. No vamos a juzgar si es más o menos saludable, porque a nadie le amarga un dulce.
¡Hasta la semana que viene!
Chocolate con churros los domingos
ResponderEliminar¡Qué momentazo! ¡Gracias, Marco!
EliminarTortitas de mickey mouse!!! 😋
ResponderEliminarTienen que estar bien ricas. Gracias, Alejandra.
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